¿Normalización?
Hoy he de reconocer mi sorpresa, no sé si del todo grata, pero sorpresa al fin y al cabo. Tras escuchar ayer noche como noticia en la Cadena Ser a nivel nacional que el Salón de Cómic de Barcelona cambia de recinto, hoy paseando por las calles madrileñas, de vuelta a casa, me he encontrado un cartel publicitario anunciando la nueva revista semanal orientada a mujeres de estilo Vogue que el periódico El Mundo comenzará a publicar en breve. En su portada, entre los habituales avances de contenidos interiores sobre la fotografía de una aséptica modelo, se anuncia una sección "Tendencias" donde hablan sobre que "Las más jóvenes escogen el manga".
A eso se le añade la intervención de Álvaro Pons, de
la cárcel de papel en la Ventana de Gemma Nierga, tras el bizarro incidente internacional entre la Casa Real y los villanos Marvel, el comentario de un programa cultural de la 2 de televisión española sobre 11 Miradas sobre y, dejando chanzas aparte, hay un viso de esperanza de que el cómic, como medio, se esté normalizando aunque sea un ápice. Quiero pensar eso aunque, seguramente, sea algo totalmente pasajero o, seguramente, sea un modo de observar algo diferente a lo común, como ya pasó en la intervención de aquellos 2 cosplayers en las Crónicas Marcianas de Sardá.
Buah, divago. No me hagáis caso.
A eso se le añade la intervención de Álvaro Pons, de
la cárcel de papel en la Ventana de Gemma Nierga, tras el bizarro incidente internacional entre la Casa Real y los villanos Marvel, el comentario de un programa cultural de la 2 de televisión española sobre 11 Miradas sobre y, dejando chanzas aparte, hay un viso de esperanza de que el cómic, como medio, se esté normalizando aunque sea un ápice. Quiero pensar eso aunque, seguramente, sea algo totalmente pasajero o, seguramente, sea un modo de observar algo diferente a lo común, como ya pasó en la intervención de aquellos 2 cosplayers en las Crónicas Marcianas de Sardá.
Buah, divago. No me hagáis caso.