La Prensa Amarillista Difama el Manga

Leo en Animangaweb la cansina perorata ya rutinaria y, sinceramente, no me sorprende. Con cansina perorata, me refiero al ya habitual ejercicio que se da en según que medios, de intentar encontrar el morbo gratuito utilizando los tópicos que de costumbre acompañan a esto del manga: sexo y violencia.

De todas formas, no me sorprende. Al fin y al cabo, Interviú, pese a contar con las colaboraciones habituales de calidad de gente como Juan José Millás o, pongamos, Joaquín Sabina, es básicamente el equivalente al Daily Mirror a la hispánica, una publicacación que recurre a la silicona como reclamo. Viniendo de Interviú, no me sorprende.

La cuestión está en el cansino recurso a lo de siempre, a la utilización de frases como "Es un género con un público muy fiel pero muy marginal, del que grandes editoriales no quieren saber nada", manejando el texto de tal manera para que no se sepa si está hablando del hentai o del manga, frases como " el personaje más fuerte es el del niño violador de adultos, tema del que se habla en todos los foros de manga" o la ilustre aparición hablando de las busureras de un personaje como Rafa del Río de Minami, una revista que tiene portadas de series infantiles día sí, día también, le tocan a uno la moral cuando se asocia el arte de Tezuka, de Takahashi, Taniguchi o Miyazaki, continuamente al reclamo gratuito de la pornografía extrema. Toca la moral, pero no asusta. Asustar, asustará cuando vea en "El País" una referencia similar.

Y ahora llegará la también cansina rutina de los aficionados al tema cargando contra la manipulación de los periodistas, con que son una profesión de bastardos e inútiles, así como todas esas perlas que también se sueltan y que tanto o más me cansan.

En momentos como éste, me entran dudas sinceras como la de ¿para qué sirve ADAM (Asociación de Defensa del Anime y del Manga)? En Homo Ludens, el equivalente pero en rol, hay abogados e incluso jueces implicados, ¿ADAM es algo más que un grupo de coleguillas que se reunen en los salones?

En fin, a ver cuanto tardo en comentar algo parecido. De regalo un título amarillo para la prensa amarilla. A amarillear, sabe cualquiera, incluso yo, hacer buena prensa es ya otro tema algo más complejo.