viernes, enero 07, 2005

Top 10 Personal del Anime Emitido en Japón en el 2004

Bueno, ahora sí vayamos a lo que realmente me ha gustado a mí este año 2004 que ya terminó hace casi una semana. Este año ha habido bastantes novedades y un aumento considerable en la producción de anime en las fronteras japonesas, sin embargo eso no ha repercutido directamente en su calidad y, por desgracia, es un medio todavía principalmente orientado a la adolescencia pese a haber notables excepciones.

Para mí, estas han sido las diez mejores series de la temporada 2004:
1.Koi Kaze
2.Gankutsuou
3.Hi no Tori
4.Genshinken
5.Zipang
6.School Rumble
7.Aishiteruze Baby
8.Maria-sama ga Miteru
9.BECK
10.Yakitake Japan!

Sin duda, la serie que más me ha convencido es la sencilla Koi Kaze, un compendio de rutinas vitales en las que las vidas de Koshiro y Nanoka, dos hermanos con una diferencia de diez años y que sus padres se separaron tras apenas haber nacido ella, se vuelven a reencontrar. Su sencillez, su realismo pese a tratar unas formas bastantes culebrónicas y su agradable candidez han hecho que lo que parecía un pastel rosado casi intragable se haya convertido en una gran serie que se te hace corta en sus 13 episodios.

La sigue, Gankutsuou, la adaptación del estudio Gonzo de la celebérrima novela de Dumas, "El Conde de Montecristo" pero encuadrada en un futuro que a veces se hace tan imperceptible que parece que realmente estemos siguiendo una adaptación del clásico. Y la verdad, en la transformación de un clásico literario a los lenguajes del anime, la gente de gonzo ha demostrado una gran maestría de los recursos narrativos que les pone el medio a su disposición, haciendo una transformación atractiva, adictiva y transgresora gracias a su espectacularidad visual y a sus experimentos, como las tramas fijas en los vestidos y cabellos de los personajes. Eso añadido con el toque de animación digital que siempre caracteriza a Gonzo y que tan bien encuadran junto a la animación de aspecto tradicional, hacen de Gankutsuou una serie rompedora a la que aún le falta la mitad de sus 24 capítulos.

A Hi no Tori, por el contrario, le sucede algo muy diferente. La serie parte de los fragmentos estandarte de la conocidísima obra inconclusa del maestro Osamu Tezuka y, para empezar, eso ya es un punto de partida complicado. La adaptación podría llamarse artesanal, funciona pero tampoco hace demasiados alardes, pese a ello, conserva mucha de la magia que Tezuka imprimió a sus historias aunque el hecho de la poca interrelación entre los arcos argumentales, hace que el anime quede más cojo de lo que queda el manga.

Genshinken es un divertimento con muchas dosis de absurdo. Es una serie que retrata a los freaks más rematados dentro de la sociedad japonesa, los que realmente son despreciados, los otakus que basan su existencia en el manga, el anime, los juegos eróticos y los plastic models. Para ello, coge todas las excentricidades que podemos tener cada uno de nosotros por separado y las reune en cinco personajes que interrelacionan entre sí y con el mundo, con un resultado siempre disparatado, con un choque frontal contra un mundo que mira extrañado sus manías y que es tan reacio como ellos a acercarse. Y pese a que los modelos retratados estén exageradísimos para hacer que el anime resulte una parodia, no dejas de ver rasgos que están en conocidos tuyos o, a veces, en ti mismo, cuando ves a esa pandilla de freaks haciendo las cosas más absurdas.

Zipang es la adaptación al anime del manga del mismo nombre de Kaiji Kawaguchi, culpable de la publicada en España Araragi Express o de la exitosísima serie en Estados Unidos, Eagle. El anime se basa en la última obra del autor, atípica por su temática bélica y por abordar un conflicto como la segunda guerra mundial. La adaptación pese a no ser tampoco un cúmulo de brillantez, se hace amena y para los que nos gusta el género bélico bien tratado en el cine, es una golosina amena que se disfruta siempre y cuando no te plantees demasiadas cosas. Además, el argumento se centra en un destructor de la época actual que, por culpa de una extraña tormenta magnética es transportado dentro de una inmensa flota japonesa en la segunda guerra mundial, liderada por el Yamato, y eso es una de esas cositas que al espíritu más friki de algunos afecta, es el equivalente a una conversción sobre los trabajadores autónomos de la Estrella de la Muerte o si La Cosa vencería a el Increíble Hulk.

School Rumble es una comedia de tintes románticos. De acuerdo, eso es la base, pero el tratamiento es tan terriblemente disparatado y absurdo que, más que los tonos pastel, los brillitos a lo shojo manga y demás parafernalia, al final lo que queda es un total y completo absurdo, con un gag tras otro olvidando continuamente si la serie tiene un argumento para inventarse situaciones más y más disparatadas gracias a sus carismáticos y geniales personajes. Es una serie sencilla, simple y sin apenas pretensiones... y eso es sin duda lo que la hace tan graciosa. Es humor nipón en estado puro.

Aishiteruze Baby es una ñoñada basada en un manga publicado en la conocida revista Ribon (donde se han publicado series como Marmalade Boy, El Juguete de los Niños, Somos Chicos de Menta...) y, como tal, es un shojo muy shojo con todos los tópicos establecidos del género. La serie se basa en que una pequeña muchacha, Yuzuyu, es dejado al encargo de sus tíos tras que su madre desaparezca y, ni cortos ni perezosos, deciden dejale el cuidado a Kippei, un adolescente despreocupado cuyo único interés son las mujeres. Así comenzará poco a poco el cambio de personalidad de Kippei, transformándose a ligeros pasos en otra persona y poco a poco interesándose por las mujeres de otra forma mientras tiene que criar a la pequeña Yuzuyu. El anime, por momentos, se hace terriblemente azucarado y pasteloso pero, pese a ello, consigue tener un alma poco habitual en la mayoría de adaptaciones shojo a la pantalla.

Maria-sama ga Miteru es otra adaptación más de un manga. Aunque en este caso, no es exactamente sólo de un manga sino que más bien lo que adapta son unas novelas en las que también se basa en manga. Todo sería relativamente normal si no estuviéramos ante un shojo-ai, es decir, una historia en la que se producen relacciones de "exceso de admiración" encubriendo amor entre mujeres. Pero Maria-sama va más allá del morbo que ello puede provocar para convertirse en una serie de una limpieza, inocencia y sencillez que no se suele ver demasiado en el anime nipón. Las historias que cuenta pueden resultar insustanciales, insípidas o rutinarias, sin embargo, un halo mágico envuelve a lo que les sucede a estas chicas y a todo los que le sucede en Lilian, un colegio católico femenino de los de falda hasta los tobillos y lazo marinero. La historia se centra en, por así llamarlo, la élite de dicho colegio, en la Mansión de las Rosas, una especie de consejo estudiantil que se encarga de las ceremonias y eventos del colegio.

BECK es otra adaptación más. Visto así parece que los creativos japoneses anda de lo más escasos de ideas pues todas las series que he incluído en esta lista son adaptaciones. BECK no es un gran anime, puede resultar algo aburrido, de hecho. Sin embargo, su temática y su forma de abordarla, le hacen ser algo especial. BECK se centra sobre todo en la banda de rock del mismo nombre, su creación, su formación, las relaciones de los personajes que la conforman. Pero no lo hace a la usanza habitual nipona, con grandes chispitas, brillitos sino que lo hace tal y como pasa. Por ejemplo, al personaje principal le cuesta aprender a tocar la guitarra aproximadamente 6 o 7 capítulos en los que va mostrándose además las relaciones con los demás personajes que se van mostrando, contando pequeñas historias juveniles bastante alejadas de las comedias estudiantiles. Además, la excelente banda sonora, le da un aliciente más con el que disfrutar con BECK.

Por último, Yakitake Japan! la disparatadísima adaptación de un manga que será publicado en breve por la Editorial Ivrea en España. Y digo disparatadísima porque el argumento de esta serie, un shonen sin disimulos para el público adolescente, se centra ni más ni menos que en el mundo de los panaderos. Sí, en efecto, ¿cómo se puede hacer que una serie que trata de panaderos resulte siquiera mínimamente atractiva? Eso mismo me preguntaba yo antes de ver el primer capítulo de la serie, sin embargo la ecuación es sencilla: absurdo al cuadrado multiplicado por absurdo. El anime es una parodia continua a las historias pseudodeportivas con altísimas dosis de autosuperación, a lo Campeones o Prince of Tennis, riéndose a carcajada limpia de ellas utilizando sus recursos pero exagerándolos e insertándolos en un ambiente repleto de harina. Eso y un poquito de fermentación hace que Yakitake! Japan resulte una serie divertidísima de ver siempre que vayas sin demasiados prejuicios y asumas que es una serie adolescente sin más pretensiones que reirse de todo.