viernes, julio 08, 2005

Family Compo



Hace no demasiado tiempo, Mangaline se desmarcaba con una noticia sorprendente, impactante y, al mismo tiempo, más que excelente: Una de las mejores obras de Tsukasa Hojo iba a ser publicada en la famosa línea económica a 3'75€. Y hace no demasiado, tras el Salón del Comic de Barcelona, esa noticia se materializó.

Hoy, pese a las malas experiencias en las series que publicó con anterioridad en la línea, por fin conseguí hacerme con el primer tomo de esta disparatada comedia y, de camino a casa, con el vaivén del metro como acompañante, he ido devorando las páginas de este primer tomo.

Para ser sinceros, en un primer vistazo, tal vez me extrañó el diseño del propio tomo pero al abrir y observar el interior, el resultado es más que sobresaliente sobre todo teniendo en cuenta el excelente precio con el que ha salido publicado. Hecho que se fue confirmando según fui leyendo el comic, con una traducción bastante desenfadada, una rotulación al uso, servicial y una calidad de impresión y papel en la media del material que se publica a día de hoy en nuestro país.

En cuanto a la obra, lo primero que salta a la vista es, como de costumbre, la altísima calidad del arte de Tsukasa Hojo aunque probablemente lo que más sorprende es que este manga no adolece de muchos de los pecados que siempre ha sufrido el autor: una narrativa tediosa, cansina y repetitiva, logrando que el primero tomo se disfrute volando, entre gags de lo más absurdo en una comedia con toques picantes bastante desenfadada pese a que este volumen únicamente sirve para hacer la presentación de los que serán los personajes principales de la historia.

El mayor interrogante que surge al leerlo y, sobre todo conociendo la trayectoria del autor, es si va a repetir esos gags hasta la saciedad a lo largo de los más de 10 tomos de los que consta la obra. Aún así, como mero entretenimiento, es eficaz, haciéndote disfrutar de un rato ameno pese a la gigantesca cantidad de prejuicios que tiene aunque si se le exige algo más allá del mero divertimento, dificilmente se encontrará lo que se busca.