Del Cierre de la Línea Económica de Mangaline...
En todos los eventos saloneros, Kyo, de Reflexiones de un Bot, grabadora en ristre y preguntas en astillero, interroga con una serie de cuestiones a los mandamases de las empresas del sector que se lo permiten.
En una de esas entrevistas, concretamente en la que realizó a Miguel Ángel Díaz, editor de Mangaline, surgió una respuesta que, si ya la empresa andaluza no me resulta del todo santo de mi devoción debido a asuntos que están en la mente de todos, logró cuanto menos que sonriera irónicamente ante el análisis del fracaso de la gran iniciativa que tuvieron hace tiempo: la línea económica.
El párrafo en cuestión de la entrevista que me resultó bastante increíble fue el siguiente: "Hay cosas que yo no entiendo. Los lectores prefieren gastarse 7 euros en un tomo con sobrecubiertas que no 3,75 euros en otro que es exactamente igual, pero no las lleva. Es cierto que, salvo Family Compo, son obras de autores desconocidos, pero es que otras editoriales sacan títulos de autores también desconocidos y a lo mejor ellos venden más, siendo el precio el doble.".
Advierto que pienso der bastante duro. La cuestión es, ¿de verdad creen que los lectores son tan estúpidos? De acuerdo, hay que asumir cierto grado de estupidez media en el lector pero... ¿de verdad se lo creen? ¿de verdad no han asumido que han cometido un error al elegir los títulos de su producto de alto riesgo? Veamos, lanzar una serie de tomos a 3'75 euros es, de por sí, muy arriesgado ya que el margen de beneficio es poco, las series que los japoneses están dispuestos a venderte los derechos probablemente también sean pocas y sólo se conseguiría aliviar las pérdidas con grandes tiradas y con cuantiosas ventas... y para conseguirlo, la mejor estrategia es editar 3 series de más de 15 tomos todas ellas, de autores totalmente desconocidos y de una estética totalmente anodina cuando, en este momento, tal y como está el mercado, rara es la persona que quiere meterse en una colección que no sea algo que de veras conocían o esperaban.
Y sí, Norma ha sacado títulos como Wadatsumi, como Agharta, como Culdcept, como Nirai Kanai, Ivrea ha sacado cosas como Eden's Bowy, títulos que han pasado sin pena ni gloria vendiendo apenas nada, con la ligera salvedad de que eran series que contaban con 4, 5 o 6 tomos. De hecho, la continuidad de Wadatsumi ha sido más que cuestionada hasta hace apenas un mes y Nirai Kanai sufrió cambios de precio a la alza pese a que su autor es el mismo que ha realizado el famoso Saint Seiya: Episodio G.
¿Tan difícil de asumir es que en este país hay dos tendencias de compra? La primera, la del título. El comprador busca nombres de series o de autores que le resulten familiares aunque sea únicamente porque es relativamente sencillo encontrar información del mismo en foros internáuticos. La segunda es la simple y llana estética, es algo bastante arriesgado y nunca da muchas ventas, pero mucha gente compra series por la simple razón de que su diseño de portada les ha entrado por los ojos. Y no, las portadas de los manga de la línea económica no entraban por los ojos precisamente.
Lo que no pueden pretender es que la gente compre algo que no les llama la atención en absoluto porque simplemente es barato. El concepto es al contrario: si hay dos cosas que me llaman la atención para comprar, compro la más barata. Yo de las ediciones de la línea económica no he visto a nadie que no la comprara debido a que no tenía sobrecubierta pero sí he sabido de muchísima gente que comentaba que le encantaría apoyar la iniciativa pero que con esos títulos era bastante complicado animarse.
¿De verdad la apuesta segura para que triunfara la línea económica eran "Los Inventos de Peace Electronics", "Coco, Leyenda del Halcón" y "AI Revolution"? Señores de Mangaline, espero que esto que comentáis lo hayáis hecho de cara a la galería y no sea algo que realmente pensáis en vuestro fuero editorial. Porque de ser así, yo al menos recomendaría una pequeña dosis de autocrítica.
No es que la gente desee pagar 7 euros por un tomo con sobrecubiertas, es que la gente no quiere gastarse 63,75€ en AI Revolution, 108,75€ en Coco o 90€ en Peace Electronics. De todas formas, enhorabuena por la iniciativa de, pese a que las ventas son ridículas, terminar esta última.
En una de esas entrevistas, concretamente en la que realizó a Miguel Ángel Díaz, editor de Mangaline, surgió una respuesta que, si ya la empresa andaluza no me resulta del todo santo de mi devoción debido a asuntos que están en la mente de todos, logró cuanto menos que sonriera irónicamente ante el análisis del fracaso de la gran iniciativa que tuvieron hace tiempo: la línea económica.
El párrafo en cuestión de la entrevista que me resultó bastante increíble fue el siguiente: "Hay cosas que yo no entiendo. Los lectores prefieren gastarse 7 euros en un tomo con sobrecubiertas que no 3,75 euros en otro que es exactamente igual, pero no las lleva. Es cierto que, salvo Family Compo, son obras de autores desconocidos, pero es que otras editoriales sacan títulos de autores también desconocidos y a lo mejor ellos venden más, siendo el precio el doble.".
Advierto que pienso der bastante duro. La cuestión es, ¿de verdad creen que los lectores son tan estúpidos? De acuerdo, hay que asumir cierto grado de estupidez media en el lector pero... ¿de verdad se lo creen? ¿de verdad no han asumido que han cometido un error al elegir los títulos de su producto de alto riesgo? Veamos, lanzar una serie de tomos a 3'75 euros es, de por sí, muy arriesgado ya que el margen de beneficio es poco, las series que los japoneses están dispuestos a venderte los derechos probablemente también sean pocas y sólo se conseguiría aliviar las pérdidas con grandes tiradas y con cuantiosas ventas... y para conseguirlo, la mejor estrategia es editar 3 series de más de 15 tomos todas ellas, de autores totalmente desconocidos y de una estética totalmente anodina cuando, en este momento, tal y como está el mercado, rara es la persona que quiere meterse en una colección que no sea algo que de veras conocían o esperaban.
Y sí, Norma ha sacado títulos como Wadatsumi, como Agharta, como Culdcept, como Nirai Kanai, Ivrea ha sacado cosas como Eden's Bowy, títulos que han pasado sin pena ni gloria vendiendo apenas nada, con la ligera salvedad de que eran series que contaban con 4, 5 o 6 tomos. De hecho, la continuidad de Wadatsumi ha sido más que cuestionada hasta hace apenas un mes y Nirai Kanai sufrió cambios de precio a la alza pese a que su autor es el mismo que ha realizado el famoso Saint Seiya: Episodio G.
¿Tan difícil de asumir es que en este país hay dos tendencias de compra? La primera, la del título. El comprador busca nombres de series o de autores que le resulten familiares aunque sea únicamente porque es relativamente sencillo encontrar información del mismo en foros internáuticos. La segunda es la simple y llana estética, es algo bastante arriesgado y nunca da muchas ventas, pero mucha gente compra series por la simple razón de que su diseño de portada les ha entrado por los ojos. Y no, las portadas de los manga de la línea económica no entraban por los ojos precisamente.
Lo que no pueden pretender es que la gente compre algo que no les llama la atención en absoluto porque simplemente es barato. El concepto es al contrario: si hay dos cosas que me llaman la atención para comprar, compro la más barata. Yo de las ediciones de la línea económica no he visto a nadie que no la comprara debido a que no tenía sobrecubierta pero sí he sabido de muchísima gente que comentaba que le encantaría apoyar la iniciativa pero que con esos títulos era bastante complicado animarse.
¿De verdad la apuesta segura para que triunfara la línea económica eran "Los Inventos de Peace Electronics", "Coco, Leyenda del Halcón" y "AI Revolution"? Señores de Mangaline, espero que esto que comentáis lo hayáis hecho de cara a la galería y no sea algo que realmente pensáis en vuestro fuero editorial. Porque de ser así, yo al menos recomendaría una pequeña dosis de autocrítica.
No es que la gente desee pagar 7 euros por un tomo con sobrecubiertas, es que la gente no quiere gastarse 63,75€ en AI Revolution, 108,75€ en Coco o 90€ en Peace Electronics. De todas formas, enhorabuena por la iniciativa de, pese a que las ventas son ridículas, terminar esta última.