Lecturas de la Vuelta a la Rutina II

Mis apetencias estudiantiles no andan con mucho ansia, por lo que mi hambre de lectura parece más despierto que nunca estos días. Sin embargo, esta vez voy a abordar 3 series que poco o más bien nada tienen que ver.

Hace apenas unos días, ha salido el décimo medio tomo de la saga que Yukito Kishiro está realizando tras abrir de nuevo el clásico que era Alita. Tras diez meses de esta nueva saga espacial que sucede tras el sexto tomo japonés (12º español), y teniendo en cuenta que ya casi llevamos los mismos tomos que tenía la serie original, he de decir que Alita: Last Order me ha decepcionado un poco. Cierto es que en las primeras sagas de la serie original, había los mismos pecados que en esta, adoleciendo de un abuso de las escenas de acción. Sin embargo, en las sagas finales de la serie original, apareció una cierta reflexión social, representada en la contraposición de la ciudad celeste, Salem, un lugar cúmulo de virtudes que vivía gracias a la producción del Patio de Desperdicios, una ciudad que existía bajo la sombra de Salem, repleto de miserias y peligros. Tras el cariz de acción de la serie, había un fondo que la enrriquecía pero en este Last Order, no existe pese a ser una entretenida sucesión de espectaculares combates. No hay nada allá de las acrobáticas técnicas de lucha o de las impresionantes resoluciones de combates, a eso se le añade que los nuevos personajes no alcanzan a tener el carisma que tenían los antiguos, da como resultado una serie de entretenimiento sencillo a la que poco más se le puede exigir y que, si el personaje principal no fuera Gally y en la portada pusiera otro nombre, seguramente no se la tendría en tanto estima.

En Novia por Correo, de Mark Kalesniko, lo primero que me surgió es la duda de si podía tiene cabida en unas líneas dedicadas principalmente al comic japonés ya que, al fin y al cabo, se trata de un autor americano, con una narrativa muy propia del comic independiente de los Estados Unidos. No voy a buscar excusas. Novia por Correo es un tebeo sencillo, personal, que aborda una serie de realidades sociales pero que, para ello, las caricaturiza mucho, exagerando sus personajes principales hasta hacerlos poco creíbles pero, al mismo tiempo, sin pararse un instante a juzgar sobre ellos. Al jugar con estereotipos surgen sus carencias pero, al mismo tiempo, llegan sus virtudes. Gracias a esa exageración casi de personaje tipo, la mayoría de los actos del friki asocial de Monthy o del pajarillo en busca de libertad que es Kyung, son previsibles, sorprendiéndote en ocasiones con reacciones inesperadas que hilan una historia centrada en el desamor, en la irremediable tendencia hacia el fracaso vital, en la tendencia irremediable a no entenderse.

Por último, tras la aparición tras un año del octavo tomo de Please Save my Earth por culpa de los problemas surgidos entre Mangaline y Otakuland, he releído toda la serie, recordando así las razones por las que antaño disfrutaba tanto. Please Save my Earth es un shojo, y no un shojo adulto sino un shojo con florecitas dibujadas tras los personajes en las viñetas. ¿Qué quiere decir eso? que se trata de una serie que, aunque está orientada para un público diferente que el que compra Marmalade Boy y, con ello, la profundidad de la historia es algo superior tampoco es el cúlmen de la madurez. Es, de cierta manera, una historia muy japonesa, centrada en la resurrección, en lo que marcan las vidas pasadas al presente y con ese cierto aire sionista que a veces tienen los japoneses, presentándose como pueblo elegido. Dejando detalles a parte, es una serie sencilla que se centra en la vida de unos personajes adolescentes que, en una vida pasada, fueron un grupo de extraterrestres de aspecto humano que vivieron en la Luna, protegiendo la Tierra en sus primeros pasos. No, no es una serie repleta de grandes místicas, es una indagación de los personajes en esas vidas pasadas y como influye en su vida cotidiana, en su presente, en como rasgos de sus antiguas personalidades surgen, en los nuevos misterios que dejan las lagunas en sus recuerdos que, poco a poco, van desvelándose a través de sueños. Así, la autora consigue una dosis perfecta de misterio, de intriga que te hace seguir leyendo pese a que lo que se va sucediento tampoco es una complejísma trama o ni nada terrible original, sin embargo, el sabor de boca que deja tomo a tomo, es agradable y se disfruta casi sin darse cuenta, haciéndose una serie recomendable aunque ello no implique ser indispensable.