domingo, marzo 20, 2005

De la Mermelada a la Menta


Un dibujo sencillo, donde la claridad predomina en cada viñeta y sin muchas complicaciones, un humor desbordante en una historia de amor con toques de absoluta locura aunque sin alejarse demasiado de los tópicos del género... esos son los polvos mágicos que hacen de "Mint na Bokura" una serie de éxito a la estela de lo que fue el culebrón de Marmalade Boy.

El manga nos cuenta la historia de dos hermanos gemelos, Noel y María, siempre van juntos a todos sitios, tienen los mismos gustos, lo comparten todo hasta que, un buen día, María se enamora de un atractivo joven, Hirobe, hasta el punto de cambiarse de instituto únicamente para verle a él. Noel sigue a su hermana a dicho instituto, sin embargo se encuentra un pequeño problema problema burocrático: sólo queda una plaza y es una plaza para una chica... Todo esto da lugar a situaciones de lo más disparatado que provocarán, por lo menos, la sonrisa en un continuo desfile de SuperDeformed (ya sabéis, lo típico en el manga, los muñecos cabezones diciendo gansadas).

En Japón Despues de unos meses tras la publicación de su anterior obra (Kimishika Iranai, en España "Solamente tú"), empezo Mint na Bokura en la Ribon en junio de 1997 teniendo, como de costumbre, un notorio éxito entre el público de esta revista especializada en el Shôjo para niñas de ocho años mientras que aquí en españa fue originalmente publicada por Planeta-Agostini, en 16 números de 60 páginas cada uno, ahora la ha reditado en su formato original, el 6 tomos.

Yoshizumi, logra encandilar con unos personajes divertidos pese a lo simples que resultan y a su incapacidad de dibujar tres rostros diferentes (La diferencia entre Sasa y Yoshiaki Hirobe, es decir el hermano del amor de María, es casi inexistente, por no hablar de su peculiar parecido con un tal Yuu) Los personajes son completamente planos, añadiendo un detalle absurdo a cada uno para distinguirlos de los demás pero sin diferenciar en exceso el carácter entre unos y otros, exceptuando el marcadísimo caso de Miyu.

Se le puede acusar de falta de originalidad y no ser otra cosa más que una maniobra editorial para conseguir más ventas explotando la gallina de los huevos de oro en el terreno del shôjo tras Marmalade y Kimishika Iranai. Dejando ese ligerísimo detalle delado, Mint na Bokura es de lectura fácil, entretenida, amena y con un uso notable de los SD buscando hacer reir. Olvidaos de complejas tramas o retratos existenciales, es shojo, es ribon, no lo vais a encontrar jamás (De acuerdo, acepto Gojinko Monogatari de Ai Yazawa). Quizás "Mint na Bokura" no sea más que una manera de usar el nombre de su autora como reclamo publicitario pero la frescura de la serie puede hacer olvidar fácilmente ese problema.

Yoshizumi nos presenta una idea nueva para darnos lo mismo ¿eso es malo? en parte no, pues de esta autora se espera siempre algo similar y un cambio radical en su estilo la haría perder a los numerosos seguidores y seguidoras que consiguió con Marmalade. Es lo malo de publicar una serie con éxito, le pasó a Toriyama, le pasó a Katsura... las masas mandan, Planeta hace caja y disfrutamos de un tebeo de evasión sin más complicaciones.